tocados pero no hundidos

Aqui estoy de nuevo, renovada tras las vacaciones y comprometida con el nuevo proyecto digital de Jaime Puig. Esta fue mi primera colaboración con lanzaroteahora.es y confío en animarme para seguir llenando este espacio , que es tan mío...





"Para comenzar siendo honesta, he de decirles, en este estreno de columna, que sigo muy poco las noticias. Hago esta confesión, sorprendente para mi, después de más de treinta años leyendo diariamente la prensa  y estando en contacto permanente con lo que los comunicadores hemos dado en llamar la actualidad.

Antes, cuando aun no estaba infectada del virus corrosivo de la decepción, hojeaba con avidez las páginas y después, gracias a Internet, seleccionaba lo mejor de cada “casa” digital y me lo llevaba al buche sin masticarlo siquiera. Cosas del directo.
Personajes de la sociedad isleña estrecharon mis manos y besaron mis mejillas y sí, creí estar informada, aun a sabiendas de cómo se sancochan los temas en los medios de comunicación, o a pesar de eso.

Ahora solo sé que no se nada. Los informativos televisivos son aburridos, tendenciosos, amarillistas, copiones, en fin, todo por la audiencia. En los medio locales funciona más que nunca la falta de recursos y de gente y el “corta y pega” y las notas de prensa, redactadas desde los insulsos gabinetes, igualan de contenidos a los que sobreviven mendigando las migajas del otrora poder que ostentaban politicastros, gerifaltes y empresarios sin escrúpulos. Las radios, las hermanas pobres, más pobres aun si cabe, en el limbo de las mal dadas licencias... ¿Cuanto estarán cobrando los compañeros que aun se las curran?

No, no sigo esa actualidad. Me consta para qué sirven las declaraciones de treinta segundos o como se cercenan los discursos de 2 horas. Sé como se compran y se venden las noticias, sé como se lo montan los partidos políticos. Solo sé que veo diariamente cómo se masacra en Siria y que no hacemos nada para pararlo...

Yo me inclino por seguir la actualidad de mi propia vida, la de mi entorno más próximo, la que contagia y contamina, la que es real... Tras el susto y la incertidumbre, la gente sigue viviendo, y riendo, y gozando, y llorando. Nos comunicamos más libres que nunca en las redes sociales y alcanzo a ver las pequeñas o grandes cosas que les importan a mis amigos y a mis conocidos y como se las ingenian cada uno para sacar el máximo provecho a sus circunstancias.

Se ayudan del arte, de la literatura, de los intercambios, de la música siempre... Seleccionan sólo las informaciones que les interesan, me muestran sus fotos, su evolución, sus nuevos destinos y, a pesar del caos, algunos esperan, en su burbuja de felicidad, la llegada de un hijo, con tanto por aprender...

Gastamos menos, pero ¿Nos apañamos igual? Muchos empezamos a estar hartos de la palabra, porque cada cual ha superado o está superando su propia crisis para encontrar un mundo distinto en el que podamos invertir el orden, es decir, hecho para el mayor bienestar de sus habitantes y no para la manipulación exclusiva del mercado que es, sin duda, el principal beneficiario de esta hecatombe financiera, política y ética.

Nacen nuevos proyectos, nuevas ideas, después de mucho tiempo, nos lo montamos por libre. Es hora de volcar nuestra experiencia por otras veredas. Y en el caminito estamos...
Salud y suerte, Jaime."

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