EL ELIXIR DE LOS SENTIDOS
Cuelgo aquí uno de los textos con el que disfruté enormemente, en todos los sentidos je,je. De nuevo el vino como hilo conductor. No me costó ningún esfuerzo dejarme llevar por la embriaguez del momento. Sin duda, estas líneas tienen una dedicatoria especial Hacía calor. Pero no ese calor pegajoso y asfixiante de los meses de verano, sino esa tibieza revitalizante que te hacía desear que los rayos del sol mordisquearan tu piel. El primer impulso fue estar cerca del mar, sentir su brisa y escuchar sus rumores, pero todavía sin tocar el agua, aún fría en el mes de Abril. Por fin estábamos solos, los niños de campamento, y con toda la jornada por delante para dejarnos llevar antes por las sensaciones que por los sentimientos, que ya estaban asentados ante el deseo infinito de estar el uno junto al otro. Se hacían imprescindibles las gafas de sol y el CD de Pat Metheny, que sonaba en el coche envolviendo el paisaje que nos conducía, entre lava y tuneras, siempre hacia el norte, sólo nos