La sed interminable
¡Como no iba a dedicar la revista un monográfico sobre la cultura del agua en Lanzarote! Fue hace casi dos años cuando se me ocurrió recrear el cambio brutal entre una generación a otra con la llegada de la primera potabilizadora. Pasaron de los máximos apuros al derroche en sólo unos años. Sigue habiendo sed de ideas sostenibles. Todo se andará... "Gregorio se levantó pronto, tan pronto que le ganó la partida al día. Tenía que refrescarse la cara, enfundarse el gastado cachorro y ponerse las alpargatas que aguantaban faenas de 10 horas a la intemperie. Le ponía los aparejos a la camella y con la fresca, bajaba a las tierras para extirparle el sustento de toda su familia, aunque la tierra no era de él. Pertenecía a unos señores de Tenerife, que recibían puntualmente los beneficios del trabajo y del ingenio de Gregorio, al que le quedaba lo mínimo para matar el hambre y sobrevivir entre el analfabetismo general de la población y la intransigencia religiosa de la época. Pe